Como consumidores nos volvemos cada vez más exigentes, no solo por una cuestión de amor por la calidad, sino también de consciencia. Lo ecológico está de moda desde hace algún tiempo. Y aunque no debería ser una moda como tal sino un hábito perenne, también es tendencia a la hora de vestir.

Seguro que en alguna ocasión has comprado una prenda, no necesariamente barata, y has visto como a las pocas semanas de uso se deterioraba. Lo que finalmente te ha obligado a tirar esa prenda o usarla para estar por casa y comprar otra.

Generalmente el mercado funciona así: las cosas están hechas para ser caducas, para perecer y ser sustituidas por otras rápidamente. Eso genera un gran movimiento en la economía y toneladas de residuos y tóxicos en el mar y otros lugares del planeta. Pero poco a poco nos concienciamos.

La obsolescencia programada, así como la poca durabilidad con la que están hechas las cosas nos está asfixiando y haciendo agonizar el planeta, aunque no lo veamos. Los vertederos y los mares se llenan de tejidos, plásticos y todo tipo de residuos, también fruto de la producción de la ropa y el calzado. Es hora de parar.

El sector del textil puede hacer mucho por el medio ambiente

Esta información no suele estar al alcance del consumidor, pero los tintes con los que se hacen ciertas prendas y los productos que se usan para sellarlos son altamente tóxicos para ríos y mares. En muchos lugares del mundo, la producción es una auténtica locura y el resultado es más que palpable en el medio ambiente.

En Costa Formentera hemos decidido apostar por un comercio diferente. Nuestras prendas están diseñadas para durar. De hecho, somos famosos, entre otras cosas, por este aspecto. Algunos de nuestros clientes nos cuentan que tienen prendas que han comprado en nuestras tiendas desde hace muchos años. Ellos se sorprenden. Nosotros no, precisamente porque ese es el fin con el que las prendas de Costa están creadas. Para durar, para ofrecer una calidad verdadera que perdura.

Nuestra marca quiere ser más que eso. Quiere ser, y ya es para muchos, un estilo de vida. Una filosofía. Una forma de ver el mundo. Muchos de nuestros clientes son consumidores responsables que son conscientes de la importancia de apostar por procesos artesanales, prendas de calidad que no deban ser sustituidas al poco tiempo y por empresas que trabajen por una industria sostenible.

Con la frescura característica de la isla y una gran pasión por lo que hacemos, desarrollamos nuestras prendas. Que no solo son de calidad, sino que también son de gran valor para el medio ambiente. Si cuidas nuestras prendas, podrán durarte tanto como lo desees. Algo que agradecerás cuando te enamores de ellas a primera vista.

Haz de esta tendencia ecológica un hábito de consumo y todos estaremos beneficiándonos de él. Por un mundo mejor para ti y para los que vendrán después.